Al Indagar la ciudad y sus formas miro primero su gente, buscando vislumbrar qué armonía existe entre sus gestos, sus actos, sus dichas y sus propios ámbitos: sus recorridos, sus calles, sus edificios, los que trato de registrar en tinta y papel. Siento que este ejercicio me deja huellas profundas, marcando mi modo de ver el mundo, mi capacidad o incapacidad de entenderlo, de amarlo, de enfrentarlo y cambiarlo. Como Borges en “EL Hacedor”, imagino un pintor que pinta paisajes, montañas, ciudades, personas. Al final de su vida se da cuenta que en esas imágenes, se ha pintado a sí mismo, descubre que aquellas representaciones son, en verdad, su autorretrato más fiel.
Agradezco la invitación a participar en USK BA, compartiendo la mirada a través de nuestros sketchbooks, donde en cada dibujo transformamos un instante de tiempo en una situación perdurable.
Dibujo el Qoricancha, o Templo del Sol, construida por los Incas en la ciudad del Cusco, su antigua capital imperial. El templo y convento de Santo Domingo aparece superpuesta contrastando dos maneras de interpretar y construir el sitio.
Vista del Pan de Azúcar y la Bahía de Botafogo, Río de Janeiro. Dibujo en mi skethbook desde la base del Cristo Corcovado, la visión desde lo alto, como a vuelo de pájaro, de esa relación increíble de ciudad y naturaleza.