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viernes, 30 de noviembre de 2012

Trujillo, dibujos y acuarelas 1998-2001


Este es mi primer trabajo colectivo de dibujos y acuarelas. 
Trujillo, norte del Perú, tiene escenarios diversos e interesantes para el urban sketcher: la campiña, la vida urbana del casco histórico, el pueblo frente al mar y los restos de una ciudad de barro.

Considero que fue fundamental para mi formación profesional la observación de un lugar a partir del sketch; me proporciono herramientas para la observación y representación de formas y colores de esta ciudad.




 Vista la calle Independencia esquina Junín, desde el Museo del Juguete, fundado por el artista Gerardo Chávez.  
Comentario: La perspectiva plongeante de los impresionistas es un recurso que use en este dibujo. 


 Dibujo con color (sanguina y carbothello sobre papel de color) de la iglesia La Merced, calle Pizarro (hoy peatonal). 


Calle Bolognesi. 
Comentario: La microfibra Faber Castell, de bajo costo, me da la oportunidad de sacar provecho al color de la tinta, de tono color violeta oscuro, en la linea continua de las cornisas que se pierden en la calle curva. 



El Teatro Municipal, calle Independencia. 
Comentario: La linea continua de la microfibra es una forma de síntesis de las formas. Aún así queda un vacío entre ellas. Algunas tramas ayudan a re-configurar el sistema de síntesis usado, logrando resaltar las sombras y zonas de valor. 


Por ese entonces Lima no me proporcionaba el espacio para dibujar o pintar. La velocidad y las costumbres de los limeños, que son múltiples y distintas, no me satisfacían y menos me invitaban a disfrutar de la vida diaria que en Trujillo logré apreciar en los viajes como estudiante de arquitectura.

Fueron cinco viajes. Dos en 1998, uno en 1999 y dos en el 2001. En el último año realice acuarelas a diferencias de los primeros tres viajes que preferí la línea y el valor monocromo de los planos.

El primer viaje fue por un tema académico (visita de investigación del curso de Construcción I, para estudiar construcciones de barro) que paso a un segundo plano por mi interés de la cultura viva que el trujillano expresaba en sus espacios públicos. En el segundo viaje realice más dibujos que el anterior. La línea de la microfibra y fibrón expresan mi observación de los muros de barro de Chan Chan. Luz y forma fueron los temas que enriquecieron mi percepción de las cosas. En el tercer viaje acentúo mi interés por el espacio público. El dibujo de la masa del barro de Chan Chan o los rampas de La Esmeralda tienden a minimizar la forma en líneas, como las de un polígono irregular. A esto se suma la ausencia de color en los croquis. Cómo comunicar a los ojos ajenos que detrás de esas líneas hay olor, color, viento, etc. Esta inquietud por el color se descubre en el tercer viaje, donde contaba con nuevos conceptos que complementaban a la experiencia de dos años atrás. Por un lado debo de reconocer que la lectura y revisión de los dibujos y acuarelas de Leonce Angrand me llevo a conocer el trabajo de los viajeros del siglo XIX.  En los dibujos y acuarelas del francés y también los de Mauricio Rugendas me hacen descubrir que la línea del dibujo tiene perspectiva y que el efecto de cercanía y lejanía también se puede lograr sin el color. El descubrir, hasta hoy, de los dibujos y pinturas de la vida urbana de Monmartre de Mauricio Utrillo me incorpora una cultura gráfica del espacio urbano hasta ese momento ajena. Del parisino aprendí a explorar la perspectiva “plongeante”, ya usado diez años atrás por Pissarro en las vistas de París.  Otro incentivo motivador fue ver de los profesores de Dibujo el entusiasmo por el croquis de viaje (Ernesto Cusicanqui y Robinson Ortiz). Así también las experiencias de viaje las recibí de los arquitectos que tuve la oportunidad de trabajar en sus estudios de arquitectura (José García Bryce y Miguel Alvariño).





El video es una síntesis del conjunto de dibujos y acuarelas de los viajes. Está dividido en cuatro partes: Los Muros de Chan Chan, la ciudad, Huanchaco y detrás de los muros.

La primera parte se muestran croquis del “Palacio Tschudi”. La línea y la valoración del plano fue mi inquietud en ese momento. Los detalles los deje para el carboncillo y la sanguina, lo que me permitió dar forma al volumen y la temperatura de la tierra. El único trabajo en color es del huanchaque, realizado con barras de oleo pastel sobre papel de color. En la ciudad, la segunda parte, descubro un elemento motivador: el culto del habitante por salir y disfrutar el espacio público, de honorar la calzada con el andar a pie y descubrir que la vida tiene un significado en cada esquina. Ese placer por vivir la ciudad lo disfrute por primera vez en Trujillo. En este andar por la calles pongo en práctica el concepto de la perspectiva “plongeante” de los posimpresionistas, y la influencia Utrillo en el color de las fachadas de la Calle Pizarro (hoy peatonal). En la tercera parte muestro sketch con acuarela de Huanchaco, pueblo frente al mar, algo así como un balneario pintoresco lleno de vida y color, tanto de día como de noche. El culto al mar y la comida tiene igual significado que el culto a los santos. El sketch revela esta fascinación por la complejidad en cosas pequeñas: el muelle simula el puerto. El malecón es como una pasarela. La iglesia que corona el cerro es una pequeña catedral. El epilogo del video, detrás de los muros,muestra los barrios entorno al anillo del centro histórico de Trujillo. Barrios de El Porvenir, La Esperanza y San Andrés.

La primera exposición de este colectivo de dibujos y acuarelas fue en la asignatura de Urbanismo I, con el título “Trujillo, reflexiones sobre una ciudad”, invitado por el titular, el arquitecto y urbanista Percy Acuña Vigil. Fue en el año 2001, a pocas semanas del regreso del último viaje. En el 2003 el arquitecto Adolfo Córdova editor de la revista ½ de Construcción me invita a publicar dibujos de mis viajes y elige el croquis de la Calle Junín para su publicación. En el 2004 los editores de la revista Portuñol de Colonia publican los dibujos de Trujillo donde acompaña una síntesis de textos que fui acumulando durante los viajes. Daniela Diegelmann se encargó del diseño y presentación del artículo.




Calle Junín. 
Comentario: La variedad de las alturas de las casas me invita a dibujar. La perspectiva se acentúa por el ángulo y el efecto de las fachadas en escorzo, casi una linea, del frente. 


El urban sketch es más que un dibujo, es un instrumento de comunicación que revela la observación del viajero por un lugar. Este cuadro, por así decirlo, tiene entre sus líneas un propósito fundamental, el de perdurar la imagen del momento, una síntesis del lugar y de las costumbres de sus habitantes. Es un recordatorio que la memoria del hombre es frágil y necesita de estímulos continuos para regresar en el tiempo.

15 comentarios:

  1. Bienvenido Wilder! una presentacion Impecable, imperdible, de altisima calidad y tremenda espontaneidad, sera un placer seguir tus derroteros de la mano de tus croquis viajeros

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  2. Hola Alex, que honor recibir tu comentario, me estimula a seguir trabajando. Estos años de viaje son de búsqueda también, de reencontrarme con el dibujo espontaneo, como tu dices, de las clases en casa con mi hermano mayor y de la frescura, combinada con experiencia, los profesores de la facultad. Son estímulos que motivan a vivir el trazo del lápiz en cada linea de síntesis del sketch.
    Saludos!
    WGT

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